Vino a verme:
La vida me dio un golpe. Llamo a la puerta y sin previo aviso entró. Me hizo sacar fuerzas y ser valiente. Me hizo volver a ser una luchadora. Si ese pequeño ser invisible que entró por la puerta decidió quedarse un tiempo. Un tiempo que pasa demasiado de prisa y que lo único que pides es que se alarguen los días para que no llegue ese fatídico final. Este pequeño invisible pero a la vez voraz, a la vez silencioso, a la vez frío y sin escrúpulos se hace dueño de ti; de un cuerpo que ya no te pertenece si no que le pertenece a ese pequeño gran monstruo que todos tememos y que conocemos como cáncer. Ese pequeño monstruo te consume y acaba por apagar tus mañana, tus días, las horas,....todo lo apaga. Solo tienes que intentar ganarle la batalla y ser más fuerte que el.