Entradas

Mostrando entradas de junio, 2016

Noche silenciosa

Silencio en la noche. Noche cerrada y oscura. La brisa que roza mi piel y me trae tu perfume. En esa noche silenciosa solo se escucha nuestra respiración y cuando apoyo mi cabeza en tu hombro se oye a tu corazón acelerado, y el mio al compás del tuyo. En ese silencio en el que nuestras miradas se chocan y la mejor respuesta es una sonrisa. Como poco a poco noto tu respiración y tu boca acercándose a la mía. Y cuando se juntan nuestros labios tu mano recorre cada rincón de mi piel,  y mis brazos rodeando tu cuello.  Y en ese silencio dejamos de ser dos, por un instante, para ser uno solo.

Queridos abuelos:

Se que estéis donde estéis siempre iréis a mi lado apoyándome y ayudándome a conseguir mis metas.  Habéis sido como mis padres cuando ellos no podían hacerse cargo de mi cuando era pequeña, me habéis aconsejado y sobre todo habéis echo de mi una mejor persona.  Se que esto nunca os lo digo pero tal vez sea el momento de deciros cuanto os quiero y aprecio, de daros las gracias por todo. Puede que cuando este mensaje os llegue vosotros ya no estéis y si seguís a mi lado no las oiréis bien. Dicen que se aprende a base de tropezarse y así uno se va haciendo sabio, pero para mi no existe sabio mejor que un abuelo por que es alguien que sabe que es dejarse la piel, que es sudar para conseguir todo y sobre todo por que a pesar de los achaques de la edad tienen una sonrisa.  Por eso y mil cosas gracias por ser para mi mis superhéroes.

La experiencia

Hoy, entre estas cuatro paredes de la habitación de la residencia, recuerdo vagamente por culpa de este maldito Alzheimer aquellas tardes en las que a mis hijos y nietos, años atrás, les contaba cosas de mi juventud y como ansiaban que les contase mi “experiencia” como así lo llamaban ellos. Como si fuesen los flashes de una cámara fotográfica me viene a mi memoria aquel recuerdo de aquellos días en los que les contaba mi paso por el centro de mayores y como borrosamente veo sus caras, y oigo sus voces dentro de mi diciéndome cuéntanos tu experiencia por fa... Y como yo les contaba con felicidad aquellos meses en los que poco a poco me cogieron cariño, y como desde el primer momento me trataron como una más de aquella especie de familia que hacían. También, aunque no puedo decírtelo con certeza, les contaba alguna que otra anécdota o cosas que hacíamos allí. Como ya he dicho todo viene borrosamente, a modo de flashes, debido a que el Alzheimer poco a poco me va consumiendo

Fundirnos

Fundirnos en un beso largo, intenso y en el que nuestras bocas se buscan, en el que juegan nuestras lenguas. Sentir el recorrer de tu mano por mi espalda y notar como me atraes hacia ti para terminar en un abrazo. Cuando te abrazo dejamos de ser dos y para ser un solo ser. En el que la pasión gana la partida al tiempo, en que anhelo pasar otra tarde sentados en el banco y yo encima tuya, en el que nuestras miradas se clavan en la del otro con el fin de sentir que nos complementamos.