Rincón de los sueños

Nos obligamos tanto a ser algo que no somos o actuar como no lo haríamos nunca sin darnos cuenta que nos perdemos a nosotros mismos.  No hay que tener miedo a que el mundo vea cómo somos y disfrutar de la vida con la ilusión de un niño. A veces estaremos arriba y otras abajo. Un día nos cargaremos más peso y otro nos quitamos parte de él. Otros nos amaremos y otros nos odiaremos.  Así será siempre porque no aceptarnos, no entendemos o pararnos a escucharnos a nosotros mismos es un trabajo que requiere tiempo y paciencia. No es malo sentir todo con mucha intensidad o con poca. Llorar por todo o reír por nada. Querer arriesgarlo todo o simplemente vivir el momento.  No es malo ser uno mismo. No es malo soñar a lo grande y mientras lo haces por el camino alcanzar tus pequeños sueños. Tampoco es malo vivir con intensidad cada momento.  El mundo aún no está hecho para aquellas personas que aprendieron un día a escucharse, valorarse, a respetarse y quererse o a entender que las cosas a ve

Tendrás que volver a empezar tu camino tantas veces como sea necesario para llegar a tus metas. Y tal vez el camino no será fácil.  Pero en el recorrido aprenderás que hay veces que es necesario soltar para avanzar, es necesario llorar para reír después y qué personas son las que siguen a tu lado en los momentos malos, y buenos. No será sencillo recorrerlo pero de uno depende la dirección que tomes y cuantas veces son necesarias parar para volver a reiniciarlo o cambiar el rumbo del mismo.

El quizás que empezó siendo una casualidad y que terminó arriesgando cada sonrisa al mejor  postor, tu mirada.  El mismo que cada día caminaba por el abismo de tus caricias y besos en esas tardes abrazados en el sofá.  Las tardes de charlas interminables en cualquier café hasta el cierre.  O esas veces en el que una mirada cómplice solo pedía 5 minutos más en tus abrazos. El verano que provocó un giro inesperado en  nuestras vidas y las convirtió en una aventura constante llena de sueños, besos, risas y miles de momentos.  Esos ratitos de playa en los que jugábamos como niños pequeños. Las excursiones llenas de nuestras tonterías y de esas tomas falsas que solo se quedaron grabadas en nuestra retina.  Las noches de series antes de ir a dormir.  Las fotos que recuerdan que arriesgar, apostar e ir a por todo solo lo hacen los que viven el aquí y ahora; los que no le temen a lo desconocido y se dejan llevar por lo que sienten. Esos días con sus buenos días y buenas noches. Con los mensaje

No hay nada que más quiera en este mundo que refugiarme en tu mirada.  Una mirada que en silencio grita lo feliz que eres conmigo y que quieres el todo arriesgando cada segundo a mi lado.  Una mira que busca el refugio del otro para desconectar el mundo un ratito. Una mirada que habla por sí sola.  Un silencio. Una mirada que se pierde en otra. Un segundo que solo unas manos entrelazadas se dicen todo.  Después llega un beso que te revoluciona por dentro.  Es simplemente dos personas diciendo lo que siente de la forma más sincera.  Dos personas buscándose en el otro. Refugiándose en unos brazos en los que perderse y salvar su mundo un ratito. En un segundo se siente tanto que, a veces, se queda corto todo lo que se pueda decir.  Una mirada cómplice y sincera que hace juego con la sonrisa, de oreja a oreja, que sale cuando ves al otro; y sabes que el motivo de su felicidad eres tú. Por qué el momento favorito es ese segundo en el que coloco mi nariz con la tuya y miro fijamente a unos o

Como el sol saldré a comerme el mundo con una sonrisa y me esconderé para recargarme de cosas buenas, de ratitos para mí y para permitirme desconectar un rato del mundo.  En los días de más frió me abrazaré para conocer cada parte de mí, y para irme poco a poco reconstruyendo.  En los días de más calor reiré tanto que me sentiré como la niña que fui con rodillas raspadas en un parque. A veces la vida son etapas. Unas estás arriba y otras abajo. Cuando sientas paz, calma y sobre todo sientas que puedas ser tu quedate ahí.  Necesitamos descargar toxinas para hacer más liviana nuestra vida. Y cuando pasa el tiempo hay algo dentro que te dice que hiciste bien desechando aquello que te hacía daño.  Un día te levantas tienes ganas de comerte el mundo, de reír muy fuerte, de hacer deporte, de cuidarte y de un mar lleno de proyectos, ilusiones o sueños; que poco a poco vas consiguiendo o modificando según la etapa en la que estás.  A veces solo eres tú el que puede dar ese empujoncito para co

Un día despiertas y el aroma del café te recuerda el giro que ha dado tu vida desde que eres más consciente que tú puedes con todo.  Y sobre todo que nunca debes darte por vencido por qué cuando menos lo esperas viene todo lo bueno de seguido y solo tú debes mantenerlo siempre sabiendo que no mereces menos de lo que das.  Que cuando menos lo esperas aparece esa persona que le da sentido a tu vida y te devuelve la felicidad que no tenias en tiempo. Que te vuelves a sentir vivo y quieres comerte el mundo con ella. Esa persona que valora cada detalle, cada instante y sonrisa que compartes juntos. La misma con la que formas el equipo perfecto para formar algo bonito y sano.   Esa personita que te da motivos para irte a la cama y levantarte de ella con una sonrisa; y con ganas de comerte el mundo. Cuando menos lo esperas las piezas de tu puzzle se empiezan a colocar y vas viendo la salida al túnel. Y al girar ves cuántas veces has cambiado de rumbo, de lugares y persona; y delante tuya solo

De fondo el ruido de un tren que se aproxima al andén, en el que juegas al balanceo de piernas mientras escuchas tu canción favorita. Cuando ves que el tren empieza a acercarse, que se va parando y por fin abre sus puertas observas a las personas que salen y entran de él. En ese mismo instante viene un vago recuerdo. Aún te acuerdas de aquel humeante café en aquella cafetería del centro de Madrid. En la que compartes una interesante conversación con un amigo. Ahora ves con más claridad aquella frase en la que todo lo cambió.  Mientras te vienen a la cabeza la imagen de aquella tarde comprendes en ese mismo instante que las personas entran y salen de tu vida; que hay gente que se bajará en una parada determinada y otras seguirán el camino. Y que mientras tú haces tu viaje unos decidirán permanecer y te acompañarán en tus mil aventuras o desventuras, estarán mientras rías o bailes; o simplemente sabrán estar en silencio mientras te dejan llorar.  Todo lo cambió porque ese mismo comprend

A veces avanzas tanto que llega un día en el cual ya no esperas mensajes, personas y tampoco que las cosas vuelvan a ser lo que eran.  Un punto de no retorno, de decir basta y de poner límites donde antes había líneas divisorias. Esperas que aunque sea tarde un mensaje o una respuesta puedan cambiar algunas cosas. Pero sabe una parte de ti que la reacción por parte del otr@ pueda ser un punto de inflexión a tomar la decisión de cerrar un capítulo o de seguirlo pero de otro modo.  Simplemente pasa el tiempo y a medida que avanza sabes que tú vas viendo tu alrededor de otras formas hasta el punto que ya no eres la misma persona con los mismos sueños por cumplir. Levantas la cabeza, de vez en cuando, del suelo y cada vez te parece que siempre ha habido algo que ha cambiado desde la última vez que lo viste aunque sean segundos.  Un punto en el que hay personas con las que sabes que ya no habrá un después o un último mensaje porque ya no están en tu misma sintonía. Personas con las que ya n

Coges aire, miras al frente y cierras los ojos.  Así es como siempre empiezas a entender que a veces el mundo no es lugar para la gente que tiene valor a ir sin miedo. Mientras sigues mirando empiezas a plantearte que una parte de ti pide reformas.  Reformas que tal vez llegan demasiado tarde o pronto. Que van hacer que luzcas con más brillo y coraje. Las mismas que marcarán tus pasos de aquí en adelante.  Pasos que empezarás con miedo y con dudas. Con si debes o no pisar una u otra línea. Que te indican que es mejor ir por el camino de la derecha en vez de ir recto. Los que solo te dejan saltar al vacío en casos en los que necesites un pequeño empujón para coger más fuerza e ir a por todo. Mientras aparecerán las dudas del si lo que haces está o no bien, si en lo que piensas y sientes va a corde o no, en que hay cosas que mereces; y otras simplemente te servirán para saber si vas por el camino correcto. En ese proceso, al que todos tenemos miedo; dejarás sueños, metas, personas, lágri

A disfrutar de todo lo bueno que venga sin miedo a saltar al vacío.  Apostar y arriesgar por cada proyecto, objetivo o sueño a cumplir.  A ir con todo y con fuerza para celebrar cada logro, y afrontar los pequeños tropiezos aprendiendo de ellos.  Levantarte cada día con  HAKUNA MATATA como alarma para empezar con una sonrisa el día. A decirle al tipo del espejo que vales y te ves estupendo con tus cicatrices, tus lloros y risas. Simplemente a ser más tu y menos lo que el mundo te diga que debes ser o hacer.  Nos aferramos a mil cosas por el simple hecho de sentirnos acompañados y con los suficiente como para ser feliz sin saber que a veces soltar a tiempo te hace más fuerte, y que no siempre retenerlo en tu vida es algo sano siendo algo que no te deja avanzar.  A valorar más a las personas que sacan cinco minutos para escribir un simple mensaje o mandarte algo por que se acordaron de ti. Tener gente que te sume, te aporte y se quede en lo bueno como cuando te atacan tus demonios en tus