Autocarta
Querido/a yo: Te escribo para pedirte que pares un momento y leas estas palabras que quiero dedicarte. Quería empezar diciéndote que nunca pierdas ese niño/a interior que tienes dentro de ti. Que no dejes de soñar, construir, disfrutar y sobre todo brillar. Decirte que gracias a esas caídas de rodillas raspadas aprendiste a saber levantarte y seguir andando con paso firme a tu siguiente trastada. A medida que fuiste creciendo aprendiste que lo importante es la calidad y no la cantidad y que se puede sonreír aún estando roto por dentro. Aprendiste que el tiempo es pasajero y todo como viene al irse nos deja una enseñanza. También aprendiste a afrontar esas perdidas inesperadas y a saber seguir tu camino mientras respetabas tu luto. Cuando llegó el momento de empezar a conocer gente nueva, de los casi algo y de los primeros amores aprendiste que no todo vale en cualquier relación. Lo que quiero que entiendas es que a medida que fuiste creciendo aprendiste que algunas veces es nece