Una calurosa tarde
Después de tanto tiempo, pensé en mí una mañana de un día cualquiera del caluroso agosto, quien me diría que hacer aquello cambiaría mi hoy. Tomé la decisión de valorarme y de hacer un pequeño cambio, volví a hablar con gente que no lo hacia en mucho tiempo y me di cuenta de cosas que había arrastrado conmigo durante mucho tiempo llegando al punto de arrepentirme de muchas cosas que en su día hice mal. Todo aquello me sirvió y me hizo entender muchas cosas. Entre todo aquel caos que en mi cabeza florecía aquella calurosa mañana, me vino su nombre y sentí la curiosidad de saber de él. Cogí y le hable, a las pocas horas obtuve respuesta y mantuvimos una agradable conversación, a los pocos días le ví y nos pusimos al día; los sucesivos días nos vimos más veces hasta que poco a poco empezamos a darnos cuenta que eramos la otra mitad que nos complementaba esa parte que necesitábamos para crecer. Decidimos empezar algo que con él paso de los días empezó a convertirse en una relación segur