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Mostrando entradas de diciembre, 2021

Pequeños gestos

La diferencia de los pequeños detalles. Ese hueco invisible que sacas de donde sea cuando al otro lado se encuentra una persona que te importa.  Los pequeños gestos que salvan días de mierda. Ese pequeño texto tan simple que te hace ver que hay gente con la que puedes contar. El instante en el que recibes un puedes y le precede una llamada inesperada de esa persona que te salva de tu mundo unos segundos. La forma en la que pones mil soluciones a un no tengo un día libre para verte. Cuando muestras las ganas de ver a alguien en un simple aunque sea me conformo con verte diez minutos. Son los pequeños gestos los que hablan más de una persona que las palabras. Los mismos que te hacen ver con quién puedes o no contar. Esos que te dicen que hay gente que merece mucho la pena. Es cuando entiendes que hay gente que da mucho por qué es mucho.  Te escusas en el no tengo tiempo o en el pienso en mi sin darte cuenta que hay personas a tu alrededor que saben parar su mundo para escribirte o simple

Muta tu alrededor

A veces pasa como en otoño a los árboles se le caen las hojas; y a nosotros la venda de los ojos. No somos conscientes que nuestro alrededor muta y cambia.  Que lo que un día si es a otro ya no es.  No siempre pierdes sino que a ti te pierden por no ver tu valor real. Ocasionalmente vemos que las cosas no son como nosotros queremos que sean y eso también es bueno porque entiendes que todavía queda gente auténtica. Debemos enter que crecer va a la par que se madura y se es más consciente cada día de lo variable y volátil que es el mundo.

Aleteo

Sentir que eres libre al volar sin alas.  Que no le tienes vértigo a coger la altura necesaria para saltar al vacío y comerte el mundo sin miedo alguno.  Saltas, sin titubear de si es o no la mejor opción, y cuando caes tu mente trabaja en las mil opciones que tiene para aterrizar.  Al aterrizas caes sobre ese salvavidas que llamas zona de confort y te pones en pie; y decides  seguir uno de los tantos caminos que tienes para llegar a tu objetivo, a la meta.  Piensas en un primer momento que elegir lo fácil y lo que conoces es la mejor opción. Pero pronto descubres que no estás creciendo y que te boicoteas continuamente para no llegar a tu objetivo.  Retrocedes a la casilla de salida otra vez y comienzas de nuevo.  Ahora decides que salir de esa zona no es malo, que probar y arriesgar no está mal; y que ponerte de prioridad a veces es algo sano y no malo.  Ves que aunque vas con miedo cada día das un pasito más con determinación. Y mientras decides que centrarte en ti, que cuidarte y de