Tal vez aquel día de un julio caluroso tomé, quizás, la decisión de cambiar de dar un pequeño giro a mi vida. Fue cuando me di cuenta de que los miedos no me dejaban avanzar eran los que me impedían tomar decisiones correctas o simplemente aprovechar oportunidades; fue en ellos donde se refugio mi frágil corazón cansado de ser usado, pisado, defraudado...cada vez que sentía que me podía gustar alguien temblaba me daba pánico seguir adelante y, tal vez, dejé pasar grandes amores o simplemente decidí esperar a que llegara la persona correcta. Por alguna rara razón, incluso ahora me siento extraña en mi propia vida por que hago lo que quiero y por una vez decidí arriesgar y apostar por conocerle a él; el mismo que me hace ver las mil caras ocultas que tengo, que cada día hace un día mejor que él anterior, podrá a ver mil razones más pero es con quien mi corazón no siente miedos solo ve esperanza de que por fin sea la persona que tanto esperé y que por eso me toca afrontar él superar cos