Autocarta

Querido/a yo: 

Te escribo para pedirte que pares un momento y leas estas palabras que quiero dedicarte. 
Quería empezar diciéndote que nunca pierdas ese niño/a interior que tienes dentro de ti. Que no dejes de soñar, construir, disfrutar y sobre todo brillar. 

Decirte que gracias a esas caídas de rodillas raspadas aprendiste a saber levantarte y seguir andando con paso firme a tu siguiente trastada. 

A medida que fuiste creciendo  aprendiste que lo importante es la calidad y no la cantidad y que se puede sonreír aún estando roto por dentro. Aprendiste que el tiempo es pasajero y todo como viene al irse nos deja una enseñanza. También aprendiste a afrontar esas perdidas inesperadas y a saber seguir tu camino mientras respetabas tu luto. 

Cuando llegó el momento de empezar a conocer gente nueva, de los casi algo y de los primeros amores aprendiste que no todo vale en cualquier relación. 

Lo que quiero que entiendas es que a medida que fuiste creciendo aprendiste que algunas veces es necesario rasparse la piel para darse cuenta de lo fuerte que eres y de lo capaz que puedes llegar a ser. 

Siguiendo al hilo de esos primero amores, de las primeras mariposas y de los casi algo . Debo decirte que me alegra ver en ti un cambio muy grande y ver que has aprendido que el amor es felicidad, paz y tranquilidad pero también; es saber estar y aprender de la otra parte. 
Esos casi algo dejaron una huella pero de cada uno aprendiste que te mereces ser feliz y a una persona que sepa estar a tu altura. Aprendiste a invertir tiempo de calidad en conocer al otro y sobre todo a saber ser y estar cuando compartes tu vida con esa persona especial. 
Tal vez, por todo el daño te hicieron tener miedo a volver a querer o enamorarte pero de ello debes saber que ahora sabes lo que te mereces. 

En cuanto a toda esa gente que ha pasado por tu vida cada uno te ha dejado una lección con eso y los buenos recuerdos es con lo que te debes quedar.

Pero bueno paremos y vayamos a lo importante. 

La persona que eres es gracias a todo lo que te he dicho anteriormente y porqué te digo esto por qué eres una persona maravillosa que se atrevió a ver el mundo desde otra perspectiva para pararse una milésima de segundo en aprender de todo aquello que la rodea. 

Ay pequeño/a eres un ser de luz, que transmite buen rollo, que sonríe a pesar de tener un mal día, que sabe estar ahí cuando es necesario, que inviertes tiempo en aquello que te hace feliz y sobre todo aprendiste a enamorarte cada día un poco más de ti.

Sé que no es fácil el camino que aún te queda por recorrer pero confío en ti y se que nunca te darás por vencido/a. 

Recuerda cada día que lo que hoy no es mañana será, que lo que se va nos da calma y los más importantes no existen imposibles solo posibles.

Antes de terminar queria que supieras que eres una persona graciosa, soñadora, pícara, inteligente, empática, sociable, que sabe estar y escuchar, detallista, intensa (dentro de ella sabe exprimir cada segundo y querer de la forma más sincera, y real que existe) y un sin fin de cosas que te hacen ser una persona extraordinariamente grande. 

Ahora sí me despido no sin antes decirte que estas muy guapo/a cuando sonríes aunque sea con la mirada.

Comentarios

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

Nuevos Comienzos

Cerrando ciclos