Querido/a yo: Te escribo para pedirte que pares un momento y leas estas palabras que quiero dedicarte. Quería empezar diciéndote que nunca pierdas ese niño/a interior que tienes dentro de ti. Que no dejes de soñar, construir, disfrutar y sobre todo brillar. Decirte que gracias a esas caídas de rodillas raspadas aprendiste a saber levantarte y seguir andando con paso firme a tu siguiente trastada. A medida que fuiste creciendo aprendiste que lo importante es la calidad y no la cantidad y que se puede sonreír aún estando roto por dentro. Aprendiste que el tiempo es pasajero y todo como viene al irse nos deja una enseñanza. También aprendiste a afrontar esas perdidas inesperadas y a saber seguir tu camino mientras respetabas tu luto. Cuando llegó el momento de empezar a conocer gente nueva, de los casi algo y de los primeros amores aprendiste que no todo vale en cualquier relación. Lo que quiero que entiendas es que a medida que fuiste creciendo aprendiste que algunas veces es nece
Todo proyecto empieza por arriesgar y por confiar en ti. Aunque de miedo avanzar y querer crecer siempre te trae cosas buenas. Por encima de cualquier cosa debes elegir tu paz, tranquilidad y sobre todo lo que es mejor para ti Sin miedo ves a por cada pequeño reto que te propongas. Nunca dejes de luchar por la vida que una vez soñaste de pequeño. Aunque haya cambiado algo de ellos pelea por darte esa vida. No importa el que dirán; lo que verdaderamente importa es que ese nuevo comienzo, aunque sea con miedo, haga ver al resto que quién confía en su mismo consigue grandes cosas. Cómo me dijeron una vez "el éxito es la suma de esfuerzos repetidos cada día" y cuanta razón. A veces debemos ir a por todo aunque sea con miedo y sobre todo aprender que arriesgando dejando atrás muchas cosas también es otra manera de priorizar lo que uno necesita en su vida.
Siento que hace tiempo murió esa parte que iba detrás pidiendo una explicación. La misma que daba todo sin recibir ni la mitad. La que era de textos largos expresando lo que pensaba, sentía o simplemente explicaba. Dejó de existir esa persona que se olvidaba de si misma por complacer a los demás. La que estaba ahí la primera aunque no estuviera ni para si mismo. Un día dijo hasta aquí y empezó a entenderse, a quererse y abrazar cada uno de sus miedos. Llegó el momento en el que poner un límite sano molesto al mundo porque ya no era esa persona que dejaba todo por los demás. Empezó esa etapa de ver el mundo con otros ojos, de dar pasos que hacían ver que necesitaba parar y de entender que no pasaba nada si necesitaba distancia para sanar. Abrazó esa parte que murió y quedó en el pasado. Para dejar entrar con fuerza esa otra parte que daba golpes para que el mundo la viera y entendiera que era mucho más fuerte de lo que pensaba. Se puso de prioridad por encima de todo y todos compre
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