Mensaje en la botella

Después de tanto te dejé de llorar.
Ya no dolías. 
Ya no hacías falta.
Ya no eras nada en mi mundo sólo una estación más; solo otra parte de mi historia; solo otro recuerdo lleno de buenos momentos.
Por qué eso eras un instante de felicidad en una falsa realidad. En ese instante en que tu mano rozo mi cara al poner el mechón de pelo detrás de mi oreja. En ese primer beso. En ese instante en el que el brillo de nuestros ojos se reflejaba la sonrisa del otro.
Después de mil mensajes todo fue tan efímero que como vino se fue.
Porque después de tantas falsas promesas, de besos sin fondo y de días esperando oir el zumbido de tus mensajes; esta historia terminó en game over.
Tal vez, solo tal vez, algún día la puerta ya no estará entre abierta para repetir aquellos días en los que éramos los amantes perfectos; sino que ahí será cuando entre nosotros solo exista la palabra amistad.
Aún valoraré lo que un día hiciste por hacerme sonreír y por regalarme los mejores momentos de tu felicidad.
Solo espero que cuando este mensaje llegue, en la botella que tiré al mar sin rumbo, sepas que lo tenías todo y lo perdiste por querer esconderte en tu frágil oscuridad. 

Comentarios

Entradas populares de este blog

Autocarta

Nuevos Comienzos

Cerrando ciclos