Andar lo andado

Un día pensé en andar lo andado y en dejar de lado lo desandado para valorar todo lo que tenía entonces fue cuando me di cuenta de como todo había cambiado.
De como había crecido, de los amores y desamores que había ido coleccionando a lo largo de mi historia, de las aventuras vividas, de un infinito de cosas.
Fue cuando entendí que no puedes obligar a nadie a quedarse a tu lado si ella no quiere, cuando comprendí que nunca llegaría  a encontrar a alguien como tú y que me pasaría el resto del tiempo encontrando a alguien parecido a ti, fue cuando añoré volver a ser la niña inocente que un día fui,...
Es cuando sin darme cuenta de nada entendí que había crecido y con ello aprendido a que la vida no es fácil que eres tú quien debe llevar las riendas de la misma, y no depender de nadie para hacerlo; es tal vez la manera en la que me di cuenta que ya no era la niña de papá. La niña que había soñado con mil cosas y que algunas de ellas no las había ni llegado a hacer, la misma a la que le daba miedo si la apagaban la luz, la misma que siempre soñó con encontrar a la persona adecuada con la que compartir su vida,... Sigo siendo la niña de papá, sí, pero convertida en una mujercita de pies a cabeza con las ideas claras y dando pasos firmes para dejar huella por donde vaya.

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