El rincón perdido del parque

Sentarme en aquel banco perdido en un rincón de aquel parque en que por primera vez se chocaron nuestras miradas y se buscaban nuestros labios.
Aquel banco en el que me sentaba a leer en los días de sol; en el que me ponía a escribir versos y historias con mil, y una moralejas; en el que hacía las fotos que retrataban momentos y el pasar del tiempo en su paisaje.
Hoy me siento en ese banco para escribir a modo de recuerdos las tardes que paso tu lado hablando durante horas, en el que sin darnos cuenta el tiempo corre rápidamente, en el que nos miramos sonreímos y nos besamos.
Se puede decir que siempre hay un lugar en cualquier parque en el que un escritor encuentra su inspiración o en el que un fotógrafo retrata lo más bello de la vida.

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