Una Ciudad...

A tus pies una ciudad que se rinde a tus sueños  inalcanzables (quizás), a tus pasos por sus calles y a tus locuras como el simple robo de un beso de la boca a la que amas.

Una ciudad que es capaz de cambiarte un día gris por otro lleno de color con solo un cartel de neón de una cafetería cualquiera de una calle cualquiera que por azar se convierte en un pedazo de tu vida.

Una ciudad que en cada paseo que das por ella te va curando cada cicatriz y te recompone poco a poco cada pensamiento tras un tropiezo o un simple error que cometiste.

Una ciudad que por su belleza la admiras porque en cada rincón encuentras un trozo de historia; en los que detrás se esconden batallas y besos prohibidos de amores que nunca debieron empezar o amantes que se quieren pero no pueden estar juntos por el que dirán, historias de las que después surgen las leyendas negras o leyendas en las que hay más mentira que verdad, historias de un pasado que ya no le pertenece a la ciudad que es ahora y a la que será en un futuro.

Una ciudad que en su conjunto forma algo espectacular y a la vez maravilloso.

Una ciudad la cual forma el verbo amar. Amar porque en sus calles paseas de la mano con esa persona que para ti es especial, en la que encuentras cada día algo nuevo y te fascina conocer; amar simplemente por su belleza y su historia.

Una ciudad para conocer y enamorarte de ella con el paso del tiempo. Una ciudad a la cual rendirse por completo.

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