Carpe diem

A veces lo simple se convierte en un recuerdo o en una historia que contar.
Con solo mirar a tu alrededor descubres pequeños detalles que otros no son capaces de percibir.
Sin embargo descubrí que arriesgarse era vivir en libertad, sin miedos y exprimiéndola con sonrisas.
Entendí que disfrutar era vivir el aquí y ahora o como dirían otros carpe diem.
Aunque otros te dirán que en los pequeños detalles se encuentran en las cosas más simples.
Sin embargo, la sencillez la encontré en tus brazos rodeando mi cintura.
En las mañanas al despertar cuando al darme un beso se achinan tus ojos.
La encuentro cuando te doy un masaje y como astronauta cuento tus lunares.
Está en estos pequeños eternos instantes cuando hablamos y el tiempo vuela.
También está en esos instantes en los que no paramos de reír.
No todos vemos en lo más simple un mundo lleno de pequeños matices, olores, recuerdos, momentos, etcétera; que hacen de nuestro día a día un lugar mucho más fácil.
Aprendí de ello a arriesgar, a no tener miedo, a disfrutar al máximo viendo el lado positivo a todo con una gran sonrisa.

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