Confesión...

Quise ser aquella chica de la que enamorarte fuera fácil pero intentar olvidar fuera imposible; la que hiciera pequeño tu mundo y grande tu vida; la que a través de mirarte a los ojos y sonreírte cayeras como el sol ante mi.
Quise  ser esa parte de tu vida que olvidar fuera difícil y fácil recordar. Que cada beso lo sintiera a distancia y cada lágrima fuera una pequeña punzada en tu corazón.
Tal vez, mi locura me cegó, y no me di cuenta que no eras la persona correspondida; que a lo mejor tenía que a ver esperado otra cosa, dejar que tu tren pasar mi estación y no pararle como hice aquella tarde de julio. Fuiste un casualidad en mi vida y como entraste en ella también desapareciste de ella como un ladrón en silencio sin enterarme.
Solo con el paso del tiempo me dí cuenta que tu amor nunca debió ser mio y que aquellos te quieros susurrados en mi oído solo fueron la canción que querían escuchar. Y ahora solo ahora te dejo marchar para dar paso a otros trenes que me entreguen cosas buenas.

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